
James Rodríguez se muestra en Grecia. El ’10’ tiene como objetivo relucir con el Olympiacos para demostrar que se mantiene vigente y lo demuestra con un soberbio golazo al Asteras Tripolis por la fecha 15 de la Superliga.
Cuando el reloj marcaba 35 minutos, el colombiano recibió en tres cuartos de cancha, con una linda media vuelta se deshizo de tres rivales, armó una pared y acomodó un zurdazo imposible para el portero. ¡Una joya!
El tercer tanto del Rodríguez Rubio no pasa desapercibido por el gesto que tuvo con la tribuna. Durante dos oportunidades durante la celebración hizo un gesto de desprecio y con una mano reclamando hacia la grada. James en estado puro: una gran acción dentro del campo que se mancha por su carácter.
El show no termina con su gol. Al minuto 72 Míchel decidió sustituirlo por Masouras y no le gustó. Al salir pasó junto al entrenador con una visible cara de enfado, tomó una botella de agua y la lanzó al suelo.



