Los Patriots se impusieron 27-13 de visita a los Arizona Cardinals, gracias a su defensa que capturó 6 veces a Colt McCoy, lo presionó y forzó a dos entregas de balón, regresando a posiciones de postemporada, a costa de unos diezmados rivales, que vieron perdida su temporada, pues están matemáticamente eliminados, y a su quarterback Kyler Murray, lesionado de los ligamentos de la rodilla izquierda.
La lamentable jugada ocurrió en la primera serie, cuando se dobló la rodilla en un intento de acarreo, saliendo en camilla (más adelante en la noche se presentó el informe de que casi seguro que Murray sufrió una rotura de ligamentos en la rodilla, a falta de más estudios).
Además, para empeorar las cosas, Matt Prater falló un gol de campo de 50 yardas en dicha serie, pero no fallaría en su siguiente oportunidad, pues en una serie iniciada por la intercepción sufrida por Mac Jones, quarterback de Patriots, acabó con Prater abriendo el marcador.
Pero los de New England respondieron con una anotación terrestre del novato Kevin Harris, que reemplazó al lesionado Rhamondre Stevenson, Prater anotaría otro gol de campo y James Conner anotaría un acarreo para voltear el marcador y tomar ventaja 13-7, pero antes del descanso Nick Folk recortó distancias 13-10.
Folk anotaría un gol de campo de 23 yardas para empatar las acciones y la presión defensiva dio frutos para los Patriots, pues DeAndre Hopkins, seguro receptor, cometió un balón suelto provocado por el safety Kyle Duggar y que fue devuelto a la zona de anotación por Raekwon McMillan para una nueva voltereta del marcador en el tercer cuarto.
Luego a la siguiente serie, Colt McCoy, quien reemplazó al lesionado Murray, que había sido golpeado constantemente, lanzó un pase que cayó directo a las manos del esquinero Marcus Jones, para la intercepción, y Mac Jones junto a su tight end Hunter Henry prepararon el camino para que Pierre Strong Jr., otro novato (quien reemplazó al también corredor Damien Harris, ausente por lesión), llegara a las diagonales para poner el marcador final 27-13, siendo la primera vez desde 2016 que 2 jugadores novatos de los Patriots anotan en un mismo partido.
Otro jugador que alcanzó un hito fue el esquinero Marcus Jones, que sumó 7 tacleadas, 2 pases desviados, una intercepción, y tuvo una recepción de 10 yardas cuando fue alineado como receptor, siendo el primer jugador en la era Super Bowl (desde 1966 a la fecha), en lograr dichos números en un mismo juego.
Los Cardinals caen a marca de 4-9, y se despidieron matemáticamente de la postemporada, donde la realidad estuvo muy lejos de las expectativas y tuvieron marca de 1-7 en casa, el State Farm Stadium, que justamente recibirá el Super Bowl LVII, y romperá la racha de dos equipos que son locales en el gran juego (Tampa Bay Buccaneers en 2020 y Los Angeles Rams en 2021, ambos campeones), perdiendo además por lesión a Murray por el resto de temporada y quizás el inicio de 2023, y puede significar cambios en la oficina del equipo y en el cuerpo de entrenadores liderados por Kliff Kingsbury, ampliamente señalado del fracaso de Cardinals.
Los Patriots mejoran a 7-6 y ahora ocupan momentáneamente el séptimo y último puesto de comodín en la AFC, donde la figura de la noche fue Josh Uche, que sumó 5 tacleadas, 3 detrás de la línea de golpeo, 3 capturas y 4 golpes al mariscal, y la pesadilla para la línea ofensiva de Cardinals, fue secundada por Matthew Judon, con 1.5 capturas, 2 golpes y 4 tacleadas, 1 para pérdida.
El calendario es difícil para New England, pero mostraron mejoría y química pese a las lesiones. Ahora queda esperar el cierre de campaña y si les alcanza para llegar a la tierra prometida.
