
El Inter de Milán sacó este martes un triunfo 1-0 en casa ante el Barcelona, para amargarle el buen momento que atraviesa en LaLiga Santander, y le complica su clasificación en el Grupo C de la Champions League.
Apareció la mejor versión en lo que va de temporada de un Inter de Milán que acabó encerrado atrás para frenar a un Barcelona enrachado que, sin embargo, se complicó su presencia en los octavos de final de Liga de Campeones tras un partido marcado por la polémica en la anulación del gol de Pedri y en la decisión del colegiado y del VAR de no señalar penalti por mano de Dumfries en el descuento.
Después de dos avisos a la tercera llegó la vencida para los italianos. Calhanoglu se encontró con un balón suelto en la frontal del área. Un regalo para él. Fusiló por abajo a Ter Stegen y abrió el marcador. Saltó la sorpresa en Milán. El Inter, que llegaba mermado por las lesiones y en mala racha en el campeonato doméstico, se adelantó al líder de la liga española.
Hasta que en el minuto 67 llegó el gol blaugrana. Dembélé consiguió superar por primera vez a Dimarco y llegó a línea de fondo, desde donde sacó un centro que tocó Onana en una mala salida y que acabó en los pies de un Pedri que solo tuvo que empujarla. Pero el VAR llamó de nuevo al árbitro, que revisó la jugada y vio una mano de Ansu Fati antes de que el balón llegara a pies de Pedri.
La decisión de anular el gol generó las protestas de los visitantes, especialmente de un Xavi que se llevó la tarjeta amarilla.
Viendo el dominio y el peligro que generaba el Barcelona, Inzaghi movió piezas y se reforzó con tres cambios en defensa. Lo intentó el Barcelona hasta el final apropiándose del balón. Dumfries tocó el balón con la mano dentro del área en el cuarto minuto de los ocho de descuento, pero el VAR no consideró la infracción. Emergieron de nuevo las protestas en otra nueva polémica del partido.
No pudo derribar el muro ‘nerazzurri’ en una noche que puede ser fundamental para el devenir de ambos equipos en Liga de Campeones. La próxima semana, el Camp Nou será el juez definitivo que dicte sentencia en la nueva final que volverán a disputar ambos equipos, con ventaja del conjunto transalpino, de nuevo saboreando una victoria ante el Barcelona que no conocían desde 2010.