
AMETT PÉREZ / OPINIÓN DE FRENTE
La selección de fútbol de Panamá sigue sin hacer la tarea tanto ofensiva como defensivamente, lo cual se evidencia claramente, ya que la falta de goles y los errores en la zaga la tiene con seis puntos de doce posibles. Es decir, con un 50%.
Todo equipo necesita obligatoriamente tener un líder en defensa, que maneje el partido, desde las salidas con el balón y hasta estar atento para los contragolpes del rival y no que lo sorprendan adelantado como sucedió ante Surinan.
El onceno canalero está adoleciendo de un líder en la defensa. En el pasado esa labor estaba a cargo de Fidel Escobar, pero ya nadie hace esa función, toda vez que Andrés Andrade, quien parecía tener la cualidades para realizarla, se le está utilizando más adelantado y en plan bastante ofensivo.
También se ha ido perdiendo el juego de creación que era lo que caracterizaba al equipo panameño. Sin Carlos Harvey la media cancha se ha visto debilitada, sin duda alguna, lo que obligará a Christiansen a replantear esa situación.
Se ha fallo mucho en la definición, que en otrora (por años) había sido el talón de Aquiles de nuestra selección. Los jugadores ha desperdiciado claras oportunidades de gol con solamente cuatro tantos en igual cantidad de partidos. Esto representa a un gol por encuentro; se trata de un promedio bastante discreto.
Me parece que el DT debería llamar a César Yanis y volver a utilizar a Jorge “Guty” Gutiérrez, al igual que a César Blackman, a quien últimamente casi no lo usa y si entra le da pocos minutos. Otro jugador que no está viendo acción es Tomás Rodríguez, el cual al menos podría entrar de cambio en el segundo tiempo.
El próximo partido es contra Guatemala en territorio chapín y el equipo local tendrá una importante baja y se trata de Nicolás Samayoa, quien no podrá ver acción debido a acumulación de tarjetas (2 amarilla) y deberá cumplir un partido de suspensión.
Ya es tiempo que Panamá aproveche las bajas del equipo rival y haga los cambios cuando sean necesarios y no tardíamente. Quedó claro que Ismael Díaz merece que se le ponga de titular o por lo menos ingrese de suplente, pero más temprano. Cuando un jugador está visiblemente cansado hay que sacarlo y no esperar que el futbolista pida el cambio. Sólo quedan dos partidos: ya no se puede dar el lujo de perder puntos… se requiere más que voluntad y optimismo. Hay que ser eficiente, contundente en la definición y estar atento y no dejar tantos espacios en la defensa. No olvidemos que la fe sin obras es muerta.