
El centrocampista Rodri Hernández, del Manchester City, se resintió de la rodilla derecha en la que sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior hace poco más de un año, que le mantuvo ocho meses de baja, y quedó fuera de la convocatoria frente al Burnley, partido en el que los ‘Citizens’ ganaron por 5-1 el pasado sábado.
“En el entrenamiento, Rodri me dijo que no podía jugar que tenía mucho dolor en la rodilla. Le respondí: Si no puedes jugar, no juegas. Jugará otro”, reveló Pep Guardiola tras el encuentro.
El técnico confirmó que las molestias afectan a la misma rodilla que apartó al Balón de Oro 2024 de los terrenos de juego durante gran parte de la pasada temporada.
El contratiempo llega, además, justo cuando se cumple un año de aquella grave lesión sufrida contra el Arsenal, y después de un exigente calendario en el que Rodri disputó tres partidos en apenas siete días ante Manchester United, Nápoles y Arsenal.
El español es seria duda en la visita al Mónaco, este miércoles, en la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Rodri había disputado tres partidos en sólo siete días, incluyendo duelos frente al Manchester United, Nápoles y Arsenal, lo que pudo contribuir al sobreesfuerzo de la rodilla afectada. Guardiola ha insistido en que no se arriesgará con la salud del jugador: “No vamos a forzar. Si no está al 100%, no jugará”, afirmó categórico.
El futuro inmediato del centrocampista es incierto, y su participación en el próximo partido de la Liga de Campeones ante el Mónaco, programado para este miércoles, está en duda.
La baja de Rodri supondría un golpe importante para el Manchester City, que depende de su solvencia defensiva y capacidad de control del medio campo para sostener su juego ofensivo. Mientras tanto, el club sigue monitorizando su evolución, con la esperanza de que pueda reincorporarse sin riesgos y continuar siendo un pilar en la plantilla de Guardiola.