Los Yankees han contado con muchos jugadores a lo largo de los años con una buena combinación de poder y velocidad. Pero, aunque parezca improbable, sólo dos habían registrado temporadas de al menos 30 jonrones y 30 bases robadas al comenzar esta temporada: Bobby Bonds (1975) y Alfonso Soriano (2002-03).
Jazz Chisholm Jr. escribió su nombre en el libro de récords de la franquicia en la séptima entrada el viernes por la noche en Camden Yards, al pegar un jonrón de dos carreras ante Dietrich Enns, de los Orioles, que significó su cuadrangular número 30 de la temporada, en la derrota por 4-2. El batazo redujo la desventaja de los Yankees a 3-2 en ese momento.
Cuando se le preguntó recientemente qué significaría lograr una temporada de 30-30, Chisholm respondió: “Significaría mucho si ganamos la división con él”.
Convocado a su segundo Juego de Estrellas esta temporada (y el primero desde que se unió a la Liga Americana), Chisholm se unió a Juan Soto, de los Mets (42 jonrones, 33 bases robadas), como los únicos jugadores con 30-30 en las Grandes Ligas en lo que va de la temporada.
Pete Crow-Armstrong (29 jonrones, 35 bases robadas), de los Cachorros; José Ramírez (29 jonrones, 39 bases robadas), de los Guardianes, y Francisco Lindor (29 jonrones, 30 bases robadas), de los Mets, se encuentran entre los que estaban de lograr la hazaña antes del partido del viernes.
