Barcelona cayó en la visita a Dortmund en el Signal Iduna Park, que tomó revancha 3-1 en el partido de vuelta de los cuartos de final, pero el equipo azulgrana clasificó a semifinales de la Champions League, por el “colchón” de los cuatro goles en el primer enfrentamiento.
El cansado elconjunto culé estuvo muy por debajo de sus prestaciones y perdió por primera vez en 2025, después de haber encadenado 20 victorias y 4 empates. Aunque fue derrotado el Barça no vio peligrar la eliminatoria tras el contundente 4-0 de la ida.
Y eso que todo empezó de la peor manera. Temblor de piernas y errores, el recuerdo de los desastres de Liverpool o de Roma, donde el Barcelona dejó escapar en el pasado ventajas de tres goles para caer eliminado; un equipo desconocido y un tanto encajado en el minuto 11 de penalti por Serhou Guirassy tras una pena máxima cometida sobre Gross.
Todo eso mostró un desconocido equipo de Hansi Flick, que sin dos de sus jugadores más lúcidos en la salida del balón, como Pedri e Íñigo Martínez, fue una sombra; nada acostumbrado a defender y arrinconado más por su mala puesta en escena que por la presión del Dortmund.
Sin elaborar, sin control del juego y con la idea de mantener antes que de atacar, la esencia del equipo de Flick no existió y las malas sensaciones duraron buena parte del primer tiempo, en un primer periodo en el que sorprendentemente los azulgrana no dispararon ni una vez a puerta.
Lamine Yamal acumulaba malas decisiones; Frenkie de Jong, quien tenía que ser el faro del equipo, no acertaba en la salida del balón y sólo Raphinha, proyectado por los pases de un destacado Gerard Martín, el sustituto hoy del lesionado Alejandro Balde, generaba algo de peligro.
La primera aproximación del Barça no se produjo hasta el minuto 26, en una acción de Fermín anulada por fuera de juego, mientras fallaban todos los automatismos de los azulgranas, ante un Flick que se desesperaba en la banda y no encontraba respuestas.
A partir de la media hora, los azulgrana controlaron más las acciones, aunque Adeyemi puso a prueba a Szczęsny en una buena acción resuelta por el meta polaco (min.37).
La mejor llegada del Barça fue una acción que Kounde no controló después de un centro diagonal desde la izquierda, que detuvo el meta Kobel.
Pero la segunda parte empezó de la peor manera para los catalanes. Dos intervenciones nada más empezar en las que Szczęsny salvó a su equipo y en el 48, a la salida de un córner, Guirassy anotó el 2-0 tras remachar desde la línea de gol de cabeza.
Enloquecieron los aficionados alemanes, que soñaron con la remontada, hasta que en el peor momento para el Barça apareció Fermín. El onubense encaró a su par y buscó en el área pequeña a Lewandowski, pero Bensebaini se interpuso, despejó el balón, que entró en la meta del Dortmund (2-1).
Con el 2-1 en el 54, el escenario cambió; y más aun cuando Pedri entró en juego tres minutos después para serenar el juego. A partir de ese momento, el partido era del Barça, que le puso pausa con el canario de maestro de ceremonias.
Parecía que el final podría ser plácido para el Barça, sobre todo cuando Raphinha tuvo el empate en el minuto 73, en una acción en la que Ferran Torres estaba mejor situado para el remate.
Pero todo se volvió a complicar con un error de Araujo en el 76. El uruguayo falló en un despeje franco, cazó el balón Guirassy, quien anotó el 3-1 que volvió a despertar la grada.
Sufrió el Barça, que vio cómo anulaban un tanto a los alemanes por un claro fuero de juego, pero se clasificó para las semifinales de la Liga de Campeones, donde no estaba desde la temporada 2018-19, aquel enfrentamiento ante el Liverpool. Esperan rival los de Flick. Inter de Milán o Bayern Múnich en la penúltima estación.