Los Cincinnati Bengals sacaron un trabajado triunfo 27-20 en su visita a los Dallas Cowboys en el duelo del Monday Night Football, que cerró la Semana 14 de la NFL, para aferrarse a sus posibilidades de postemporada, complicando de paso a las esperanzas de los Cowboys.
En un partido peleado y con muchas volteretas en la pizarra, todo se decidió en el cierre, cuando Joe Burrow fue capturado, por lo que los Bengals debieron despejar a falta de 2 minutos, dándole la oportunidad a los locales de ganarlo con una última serie, que no llegó porque Nick Vigil bloqueó el despeje de Ryan Rehkow, y la genialidad en equipos se transformó en pesadilla, pues en vez de dejar morir la jugada.
Amani Oruwariye intentó tomar el balón sin éxito, dejando la bola libre para que Maema Njongmeta la recuperara para Bengals y le diera otra oportunidad, en la que Burrow no perdonó y conectó con Ja´Marr Chase a 1 minuto para una anotación de 40 yardas que puso el 27-20 definitivo.
Burrow completó 33 de 44 pases para 369 yardas, con 3 anotaciones y 1 intercepción, y la figura de la noche fue Chase con 14 recepciones (mayor cantidad en Lunes por la Noche), para 177 yardas y 2 anotaciones, llegando a 15 este año, estableciendo su marca personal aún con 4 partidos restantes en el calendario, agregando más méritos para una jugosa extensión de contrato con un equipo que con marca de 5-8 parece condenado a perderse la postemporada por segunda temporada consecutiva.
Si de temporadas condenadas al fracaso se refiere, los Cowboys con marca de 5-8 todavía tienen posibilidades matemáticas pero la manera tan dolorosa de perder cayó mal en los seguidores y los propios jugadores, pues Micah Parsons y CeeDee Lamb se retiraron visiblemente frustrados al acabar el partido.
Cooper Rush lanzó para 188 yardas con 2 anotaciones y 1 intercepción, Lamb atrapó 6 pases para 95 yardas y 1 anotación, rompiendo una racha de 5 juegos sin anotar, Rico Dowdle sumó 131 yardas por tierra, lo más alto de su carrera.