En un partido de alto octanaje ofensivo, los Denver Broncos vencieron 41-32 a los Cleveland Browns en el Empower Field at Mile High en Denver, Colorado, y se llevaron el duelo del Monday Night Football que cerró la Semana 13 de la NFL, alimentando su sueño de regresar a la postemporada tras 8 años de ausencia.
Los Broncos remontaron en el último cuarto con un gol de campo de Wil Lutz a falta de 4 minutos, y una intercepción de Ja’Quan McMillian devuelta para anotación a falta de 1:48, para mejorar su marca a 8-5, y se ilusionan con clasificar a postemporada por primera vez desde 2015.
Bo Nix completó 18 de 35 pases para 289 yardas, 1 anotación y 2 intercepciones, no fue el mejor partido para el novato pero mostró sus dotes como líder de esta ofensiva.
La defensa de Broncos tuvo, sin duda, su peor partido, permitiendo la mayor cantidad de puntos (32) y yardas totales (552) de un rival en la temporada, pero lograron robar 3 balones y sumaron 2 intercepciones devueltas para anotación en un mismo encuentro por primera vez desde 2018, siendo la otra por parte de Nick Bonitto, quien tuvo un gran partido con 1 captura, 1 tacleada (para pérdida de yardas), 2 golpes al quarterback y una anotación defensiva.
Los Browns cayeron pese a romper diversos récords, con Jameis WInston completando 34 de 58 pases, para 497 yardas (mayor cantidad en la historia de la franquicia), con 4 pases de anotación, pero 3 intercepciones, 2 devueltas para anotación, que hizo recordar al Winston inconsistente de sus primeros años en la liga.
Con mucho yardaje y anotaciones, pero también entregas de balón. Otro que despuntó históricamente fue el receptor Jerry Jeudy, con 9 recepciones para 235 yardas, marca personal, y 2 anotaciones, esas 235 yardas son la mayor cantidad de un jugador enfrentando a su ex equipo (Jeudy jugó en Broncos de 2020 a 2023).
David Njoku atrapó 9 pases, para 52 yardas con 2 anotaciones, llegando a 29 recepciones de anotación con Browns, estableciendo una nueva marca de franquicia, superando las 28 de Braylon Edwards por la mayor cantidad de recepciones de anotación para un jugador de los Browns desde 1999, temporada en la que el equipo regresó a la NFL tras su desaparición, por lo que el récord no considera la etapa de los Browns de 1946 a 1995.
