
Ippei Mizuhara, exintérprete de la superestrella japonesa Shohei Ohtani, se declarará culpable de robarle 4.5 millones de dólares al jugador y usarlo para pagar apuestas ilegales, reportó el New York Times.
Mizuhara, de 39 años, fue despedido de los Dodgers de Los Ángeles el pasado 20 de marzo, tras conocerse que estaba involucrado en un caso de apuestas ilegales, donde se hizo un pago de 4.5 millones de dólares a Matthew Bowyer, un corredor de apuestas del sur de California.
Estas apuestas deportivas son ilegales y generaron un escándalo que llevó a una investigación de Grandes Ligas y del FBI, y que involucró también a Ohtani, ya que el pago se hizo desde su cuenta de banco, aunque el bateador designado/lanzador abridor, dijo que Mizuhara le había robado el dinero para pagar su deuda y que él no tenía conocimiento de esta situación.
El traductor en un inicio también señaló que tenía una adicción a las apuestas y Ohtani no conocía sobre dichos pagos, aunque luego se retractó.
El servicio de seguridad e inteligencia de Estados Unidos concluyó en su investigación que la versión de Ohtani era cierta, en su desconocimiento por el tema del pago de apuestas y de la malversación de fondos por parte de Mizuhara, que fue él, y no Ohtani, quien realizó las apuestas.
También negociaron con Mizuhara y su equipo para que acepte su culpabilidad y así enfrente una menor pena por sus actos, ya que las investigaciones descubrieron que el extraductor pudo incluso sustraer más dinero y enfrenta varios cargos federales por el caso.
Mizuhara fue traductor de Ohtani cuando este llegó a los Angelinos de Los Ángeles en 2018, donde el nipón se volvió la cara del béisbol con sus actuaciones al bate y en la loma, convirtiéndose en una estrella en ambas facetas.
Lo anterior era algo que no se veía desde el legendario Babe Ruth en 1919, ganando Ohtani 2 Premios a Jugador Más Valioso y el Clásico Mundial de Béisbol 2023 con Japón, antes de llegar a los Dodgers en 2024 con el contrato más lucrativo en la historia del deporte profesional, por 10 años y 700 millones de dólares.



