
El Barcelona sufrió y tardó en definir partido ante el Barbastro de la cuarta división en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey en un duelo que tuvo tintes de dramatismo, al igual que pasara el sábado el Real Madrid en condiciones similares.
La escuadra dirigida por Xavi Hernández, quien presentó alineación con buena parte de suplentes, venció por 3-2 ante un conjunto aguerrido y que no bajó los brazos, incluso en los instantes finales.
Los culés parecían tener el control del partido desde temprano en el encuentro gracias al gol de Fermín López a los 18′ para sofocar un poco el ímpetu inicial del conjunto de Huesca.
Ocasiones fueron y vinieron para un Barcelona que no concretaba y, para el complemento, las cosas empezaron a ponerse complicadas para los visitantes, a pesar del gol de Raphiha que extendía la ventaja a los 51′.
A los 88′, Robert Lewandowski, recién entrado al juego, definió bien desde el punto penal para darle solo unos segundos de tranquilidad a los catalanes, todo antes de otro penal que Marc Serrano capitalizó en la compensación.
Con Bartomeu extrañamente en tribuna, el conjunto blaugrana salvó un ridículo histórico, aunque un conjunto de Cuarta División amenazó con traer fantasmas a toda Cataluña con un Barcelona que acabó el partido con las manos en la cintura y la lengua de fuera.