
La novela entre el corredor Jonathan Taylor y los Indianapolis Colts ha terminado. El jugador y el equipo acordaron una extensión de contrato por 3 años y 42 millones de dólares, 26.5 de ellos garantizados.
Taylor, de 24 años, llegó a la NFL en 2020 como selección de segunda ronda de Draft, destacando como novato, luego en 2021 lideró la liga entre corredores en acarreos (332), yardas por tierra (1811) y anotaciones por esta vía (18), pero en 2022 se perdió 6 juegos y vio disminuido por recurrentes lesiones en el tobillo, por lo que entrando a su último año de contrato en 2023 habían serias dudas sobre su disponibilidad, y surgieron desacuerdos entre el jugador y la gerencia, particularmente con el gerente Chris Ballard y el dueño Jim Irsay.
En la pretemporada el jugador fue enviado a lista PUP (físicamente no habilitados para jugar) por lesiones en el tobillo y espalda, que el jugador en principio negaba, después se reunió con Irsay para conversar su tema contractual, diciendo que no buscaba ser el corredor mejor pagado de la liga pero si quería un contrato multianual, debido a lo devaluado de su posición.
La reunión no fue fructífera y Taylor expresó su deseo de ser traspasado, cosa que no se concretó y por su estancia en lista PUP, estuvo fuera los primeros 4 juegos del año.
A inicios de semana parecía que la relación entre ambas partes había mejorado, incluso se comunicó que lo activará para el juego del domingo ante Tennessee Titans, por lo que, ahora extendido, en dicho juego hará su debut en la presente campaña.
En 4 juegos los Colts promedian 115.8 yardas terrestres por juego, posición 14 en la liga, donde la mayor parte de esas yardas vienen por la labor del quarterback novato Anthony Richardson, que ahora contará con el apoyo en el backfield de Taylor.
Los 14 millones anuales son el tercer mejor salario en promedio para un corredor, solo superado por Christian McCaffrey de San Francisco 49ers (16 millones al año), y Alvin Kamara de New Orleans Saints (15 millones anuales)