
Era el 24 de agosto, cuando los Guardianes concluyeron una desastrosa gira con marca de 1-5 que los dejó con récord negativo por primera vez en casi un mes. Con foja de 64-65 y habiendo perdido ocho de sus últimos nueve compromisos, no era descabellado pensar que la temporada se les estaba escapando de las manos.
Si los Guardianes iban a caer, al menos lo harían luchando hasta el final.
“Sabemos que no podemos permitirnos que esta mala racha se extienda más de lo que ya ha durado”, dijo el manager Stephen Vogt ese día, tras una derrota por 5-0 ante los Rangers en el Globe Life Field. “No creo que en ningún momento vayamos a sentir que la temporada se nos está yendo”.
“Vamos a seguir luchando cada día hasta que estemos celebrando con champaña o quedemos eliminados. Eso es lo que somos. Vamos a pelear todos los días”.
Y la champaña ya está lista. Los Guardianes sellaron su pase a la postemporada este sábado, cuando C.J. Kayfus recibió un pelotazo con las bases llenas y dos outs en la novena entrada, dándole a Cleveland una victoria por 3-2 sobre los Rangers en el Progressive Field, dejando en el terreno al rival. Y esto podría no terminar aquí. Con una victoria más o una derrota de los Tigres el domingo, los Guardianes se consagrarían campeones de la División Central de la Liga Americana por segundo año consecutivo.
Gracias a su récord de 8-5 frente a Detroit esta temporada, Cleveland posee el desempate frente a su rival divisional. Así que si ambos equipos terminan el domingo con el mismo récord, los Guardianes se quedarían con el título divisional. En ese caso, Cleveland sería anfitrión de la Serie del Comodín la próxima semana, ante los Tigres o los Medias Rojas, según lo que ocurra el domingo.
Si Detroit gana y Cleveland pierde, entonces los Tigres se llevarían la Central y serían anfitriones de la ronda de Comodín entre ambos equipos.
Ha sido una racha tan sorprendente como improbable para un equipo que ha vivido una montaña rusa emocional a lo largo de la campaña. En un punto, los Guardianes perdieron 10 juegos seguidos (del 26 de junio al 6 de julio). Según Elias Sports Bureau, son apenas el cuarto equipo en la historia de las Grandes Ligas que logra clasificar a la postemporada en una temporada en la que tuvo una racha de 10 derrotas, uniéndose a los Dodgers de 2017, los Bravos de 1982 y los Gigantes de Nueva York de 1951.
os Guardianes tuvieron marca de 23-9 entre el 7 de julio y el 14 de agosto para volver a meterse en la pelea. Luego, una seguidilla de 1-9 del 15 al 25 de agosto pareció descarrilar sus esperanzas. Más recientemente, comenzaron septiembre con marca de 68-67, a 11 juegos de los Tigres en la División Central de la Liga Americana y a cuatro juegos del último puesto de Comodín. Según FanGraphs, sus probabilidades de clasificar eran de apenas 4.8 por ciento.
Del 5 de septiembre hasta el miércoles, ganaron 17 de 19 compromisos, como parte de un mes de septiembre en el que registraron marca de 18-7, lo que les permitió sellar su clasificación.
Los Guardianes se han mantenido unidos en las buenas y en las malas —y han tenido muchas de ambas—. Más allá de las victorias y derrotas, el equipo fue testigo del cambio de aires de su as Shane Bieber antes de la fecha límite del 31 de julio. Ese mismo mes, Emmanuel Clase y el abridor Luis Ortiz fueron puestos en licencia administrativa con goce de sueldo mientras MLB investiga situaciones ajenas al terreno de juego.
Esta gran remontada es un testimonio del trabajo de Vogt y sus jugadores, quienes nunca bajaron los brazos para darle a la afición de Cleveland una historia que recordará por muchos años.