Fue “definitivamente un poco extraño” para los Yankees ocupar el lado de visitantes de sus instalaciones primaverales la noche del jueves, como lo expresó el mánager Aaron Boone, describiendo las primeras experiencias de su equipo debajo de las tribunas de la tercera base del George M. Steinbrenner Field.

Cuatro semanas después de entregarles las llaves a los Rays, desplazados por el huracán Milton, los Yankees regresaron a un territorio familiar, aunque sin acceso a las lujosas instalaciones del clubhouse local que han recibido elogios unánimes de jugadores y coaches. Con Ben Rice disfrutando del primer juego de cuatro hits de su carrera, los Bombarderos superaron a Tampa Bay, 6-3.

“Fue un poco raro estar en el lado visitante hoy, pero me alegro de que pudimos salir con la victoria”, dijo Rice. “Honestamente, el juego en sí es lo mismo. Solo sales y juegas. Al final del día, es solo otro juego de visitante, e hicimos nuestro trabajo”.

Rice, quien llamó hogar al Steinbrenner Field en 2021 y 2022, cuando jugó aquí con la filial de los Yankees de Clase A, ha tenido una gran primavera que se ha extendido hasta la temporada regular. Rice conectó sencillos en las entradas una y tres, pegó un doble en la quinta y agregó un sencillo de dos carreras en la sexta.

El venezolano Oswaldo Cabrera bateó un jonrón en el quinto inning mientras los Yankees se sobreponían a una breve salida del derecho Will Warren, quien registró solo cinco outs antes de ser retirado por problemas de control. El dominicano Junior Caminero pegó un cuadrangular de dos carreras para Tampa Bay frente a Ryan Yarbrough, y Jazz Chisholm Jr. fue expulsado en la séptima entrada por discutir bolas y strikes.

De principio a fin, se sintió como un viaje a los días de Spring Training, excepto que este juego sí contó.

“Todo fue realmente extraño, sinceramente”, reconoció Boone. “Pero luego estamos en la batalla de inmediato, y todo se convierte en este juego estresante donde muchas cosas tienen que empezar a suceder. Así que solo estamos jugando ahora”.

“Hicieron un buen trabajo cubriendo un montón de los símbolos de los Yankees y haciéndolo lo más ‘Rays’ posible”, comentó el infielder de Tampa Bay, Brandon Lowe. “No es el Tropicana Field, sigue siendo un complejo de entrenamientos de primavera. Ves todos los campos de práctica y no hay un tercer piso, así que es diferente y extraño. Pero es nuestro hogar durante el año. Nos hemos adaptado a él”.

El mánager de los Rays, Kevin Cash, reveló que Boone había dejado una nota de buena suerte en el escritorio dentro de la oficina del mánager local antes de comenzar la temporada, cuyo contenido Boone describió como: “Oye, cuídame el lugar”. Boone tenía la intención de incluir una botella de tequila, pero en ese momento se le olvidó; Boone cumplió con la entrega de ese regalo el jueves.

“Creo que esto fue bueno para el béisbol, por el bien de los Rays”, aseguró Boone. “Sé que su organización [y] nuestra organización trabajaron muy bien juntas para hacerlo viable. Es simplemente lo correcto en todos los sentidos. Son uno de nuestros principales rivales, pero hacer lo correcto siempre se siente bien”.

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