
El Real Madrid y el Osasuna empataron (1-1) en El Sadar en una tarde cargada de polémica que comenzó con la roja directa a Bellingham, quien cambió el devenir del choque, antes del penalti sobre Budimir que tuvo que ser revisado por el VAR, y que dio lugar al posterior tanto del croata que pone el liderato en el aire.
El Sadar recibió a ambos conjuntos con un mosaico propio de las grandes ocasiones antes de que diese comienzo la 24ª jornada para unos blancos que se jugaban el liderato.
A los dos minutos, Mbappé tiró un desmarque para pisar área delante de Catena, poniendo un centro medido que Vinicius, solo, envió fuera de cabeza.
Los de Ancelotti buscaron la directa, mostrando la ambición que hace unos días les hizo llevarse la victoria de Manchester. Con el Madrid dominando, el delantero galo se encontró con un Sergio Herrera supermotivado en el día de hoy.
Bellingham robó un balón en tres cuartos de cancha que aprovechó Valverde para irse hasta la línea de fondo antes de poner un centro que Mbappé remató al interior de la red, imponiéndose a Areso en la carrera hacia el primer palo.
Osasuna, falto protagonismo, hizo el primer remate entre los tres palos a la media hora. Aimar golpeo con fuerza al esférico, pero un Courtois magistral sacó la mano abajo para desviar a córner la intentona.
Vinícius perdonó el 0-2 cuando Osasuna empezaba a despertar. Todo parecía a favor de los blancos, pero el giro de guion fue tal que sorprendió hasta al director más creativo. Roja directa a Bellingham tras un comentario que aún se desconoce y que para nada gustó a Munuera Montero.
El desafío era grande, con un Osasuna con el cuchillo entre los dientes al verse con un jugador más. Budimir forzó un pisotón de Camavinga tras rematar fuera que Munuera Montero revisó el VAR para decretar penalti ante la incredulidad de los visitantes.
El croata tomó carrerilla desde los 11 metros para hacer el empate. Vicente Moreno agitó el banquillo dando entrada a Bretones y Peña para más profundidad por banda.
Madrid vuelve a quejarse del al arbitraje
Dani Carvajal, uno de los capitanes del Real Madrid, criticó el arbitraje recibido por el conjunto madridista en el empate en El Sadar ante Osasuna, al escribir en sus redes: “Esta vez ha tocado expulsión”, tras la cartulina roja a Jude Bellingham.
El Real Madrid pidió hasta tres penaltis en la primera parte que no fueron señalados por el árbitro Munuera Montero, que expulsó posteriormente a Jude Bellingham por hablar. “Esta vez ha tocado expulsión”, reaccionó en sus redes oficiales Carvajal, baja en el partido por una grave lesión de rodilla.
De nuevo en la segunda parte Carvajal publicó otra reacción cuando el colegiado pitó un penalti que dio el empate a Osasuna, en una entrada de Eduardo Camavinga sobre Ante Budimir tras el remate fuera del delantero croata. Un emoticono de una cara pensativo y otro llevándose la mano a la cara fue la queja del futbolista madridista al arbitraje.