El Bayern Múnich sigue con paso firme hacia la reconquista del título de la Bundesliga tras golear 4-0 al Eintracht Frankfurt y poner tierra de por medio con éste, que es tercero, y mantener la ventaja de 8 puntos respecto al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que también será su rival en octavos de Champions.
Olise abrió el marcador, luego los bávaros ampliaron ventaja con Ito y Musiala, y cerró la goleada Gnabry.
Los primeros minutos fueron un intercambio de golpes en el que solo la falta de precisión de los jugadores impidió que los goles cayeran como churros. Etikike tuvo varias claras, pero topó con Neuer y su mala puntería.
Mientras que Olise no paraba de intentarlo por la derecha asistido una y otra vez por la magia de Musiala, quien frotó la lámpara de principio a fin.
Muller jugó de 9 ante las molestias de Harry Kane, que entró en el 60′, y estuvo muy activo. Se peleó con los centrales, generó ventajas de espalda y lo intentó con tiros lejanos que convertían a Kevin Trapp en héroe momentáneo.
Justo antes del descanso la peor de las noticias y el gol que cambiaría todo. Joshua Kimmich, quien llevaba 54 partidos consecutivos jugando los 90 minutos cayó lesionado y su cara no hacía presagiar nada bueno en el momento decisivo de la temporada.
Un jarro de agua helada que se redujo un poco en el 45+2’ cuando Sané penetró por la izquierda y le puso un pase de la muerte a Olise que rompió la igualdad.
En la segunda mitad el Frankfurt volvió a ser víctima de su falta de contundencia en las áreas. Wahi igual que Etikike se hizo pequeño ante Neuer y falló un remate a bocajarro.
En el 62’ Ito, de nuevo titular en el lateral izquierdo mientras Davies coge la forma, aprovechó un mal despeje en el segundo palo para empujar la pelota a gol y encarrilar el choque.
La sentencia fue obra de Musiala, quien cogió la pelota en tres cuartos, empezó a dejar por el camino a jugadores y con algo de fortuna en su jugada a lo Messi acabó definiendo cruzado en el tanto de la noche. Se vino tan arriba el mediapunta que para culminar la fiesta filtró un pase a Gnabry para dejarlo mano a mano con Trapp y que el extremo definiera por debajo de las piernas.
