El legendario jardinero Rickey Henderson falleció a los 65 años víctima de una neumonía así lo dijeron los Atléticos de Oakland en un comunicado.
El mejor primer bate de la historia y dos veces campeón de la Serie Mundial murió el viernes, a 5 días de su cumpleaños 66, aunque se oficializó este sábado.

Henderson tuvo una carrera brillante, jugó 3081 partidos, en 25 temporadas en Grandes Ligas, se robó 1406 carreras, el único jugador con más de 1000 estafadas, y también tiene el récord absoluto en carreras anotadas con 2295, esto habla de su capacidad para llegar a base y de moverse en las almohadillas, siendo también parte del club de los 3000 hits, al finalizar con 3055 inatrapables. Además, es líder en intentos de robo, con 1461, y en más ocasiones siendo atrapado de robo, con 335, finalizó con una tasa de 96.23% de éxito intentando robar base.

Pero no solamente Henderson era una gacela en las bases, lo era también frente al plato, con un promedio vitalicio de .279, .401 de porcentaje de llegada a base, terminó con más bases por bolas (2190) que ponches (1694), pegó 297 jonrones, 1115 carreras empujadas, 3 Bates de Plata, 1 Guante de Oro, 10 presencias en el Juego de Estrellas, un Premio a Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1990.
Jugó para los Yankees de Nueva York, Azulejos de Toronto, Medias Rojas de Boston, Dodgers de Los Ángeles, Padres de San Diego, Mets de Nueva York, Angelinos de Anaheim (hoy de Los Ángeles), Marineros de Seattle, y en sus amados Atléticos, con los que estuvo en cuatro periodos diferentes, le retiraron su número 24 y lo indujeron a su Salón de la Fama.
El jugador fue inducido al Salón de la Fama de Cooperstown en 2009, en su primer año de elegibilidad.

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