Joan Laporta no disimula el orgullo que le produce la elección de Hansi Flick como entrenador del Barcelona. Cerca de cuatro años después de poner su nombre sobre la mesa, cuando preparaba su asalto a la presidencia durante la campaña electoral, el técnico germano ha confirmado las excelentes referencias que el dirigente coleccionó en los primeros meses de 2021. Es por primera vez que se da el fichaje de un entrenador alemán para un cambio de paradigma absoluto en el club.
“Si hubiera podido en aquel momento… lo habría fichado” coinciden personas próximas al presidente del Barça, quien ya tenía informes nada positivos de Koeman aunque entendía imprudente despedirlo de buenas a primeras atendiendo a su consideración de leyenda en el club.
Al cabo del tiempo, y cuando apenas lleva dos meses en el cargo, Flick ha logrado una unanimidad no recordada en el entorno barcelonista, donde los que descalificaron y hasta se burlaron de su incorporación intentan ocultar su ridículo. “No conoce esto que llamamos ‘el entorno’ y eso es una ventaja porque como además no controla el idioma pues no sabe muchas de las cosas que se dicen alrededor del club” revela una persona cercana a Laporta, quien considera “estupendo” el carácter del alemán.
Cercano y de carácter “agradable” tanto con sus futbolistas y colaboradores directos como con el personal del club, Flick mantiene, sin embargo, las distancias y su contacto habitual se reduce a los miembros de la comisión deportiva, aunque no con todos ellos, y a los componentes del departamento de prensa, que han facilitado, se advierte, una adaptación más “rápida de lo esperado”.
De momento su relación con los medios de comunicación, que se reduce a las ruedas de prensa, se descubre tranquila y durante la gira por Estados Unidos, donde coincidió más con los periodistas enviados, fue incluso próxima y con bromas de por medio. Las ruedas de prensa, sin embargo y a pesar de que sigue aprendiendo castellano, se mantendrán en inglés y con traducción simultanea contrariamente a lo que se proyectó a su llegada.
Si en junio se esperaba que las ruedas de prensa con traducción durasen solo hasta final de año, ahora no se pone fecha. Tal es así que se admite que “puede ir para largo” porque en el club no hay prisa. “Parecen más pesadas, pero se ahorra follones con algunos periodistas” se explica, a la vez que se sigue destacando que ese desconocimiento de algunas interioridades le ahorra maltentendidos. “A veces no entiende que se busquen polémicas y por eso va a la suya”.
Ni tan solo ha entrado a valorar el tema de moda alrededor del club: la preparación física. Flick maneja informes que demuestran que los futbolistas están mucho más preparados físicamente que la temporada pasada pero no tiene intención de interveniren un debate en que en los últimos días ha enrarecido el entorno azulgrana. Menos aún de entrar en conflicto con Xavi, por más cercano que se sienta con un presidente que no cesa en sus elogios.
Y es que el mandatario, llevaba tanto tiempo tras su pista, que hoy no puede por menos que sentirse feliz por una apuesta de la que no pocos dudaron. “Jan es osado, pero no irresponsable. Cuando toma una decisión la ha valorado y cuando habló a Deco de Flick ya lo hizo con conocimiento” se sentencia.
Y es que su aterrizaje en el Barça no fue una improvisación por más que la manera en que se produjo, tanto como el despido de Xavi, pueda invitar a pensar lo contrario. Laporta, desde febrero, tenía estudiada la incorporación de su entrenador, al que valoraba desde hacía casi cuatro años.