
El Barcelona recibió este lunes a última hora el visto bueno de la Liga para registrar a Dani Olmo, quien podrá de esta manera debutar en Madrid el martes frente al Rayo Vallecano.
Dar de baja, de larga duración, a Andreas Christensen permitió, por fin, alcanzar el mínimo exigido al club azulgrana, explicó a ESPN una fuente de la entidad que aclaró que la baja del defensa danés fue “el último impulso” necesario.
Después de la rescisión de contrato de Ilkay Gündoğan el traspaso de Julián Araujo al Bournemouth, el Barça siguió generando fair play con las cesiones de Lenglet al Atlético de Madrid y Vitor Roque al Betis, además de la venta de Mika Faye al Rennes. Todo ello aumentó de forma considerable las opciones del club, pero no lo suficiente, con lo que repitió con Christensen el paso dado semanas atrás con Ronald Araújo y que permitió la inscripción de Íñigo Martínez.
Al defensa danés, aquejado oficiosamente de una tendinitis que arrastra desde hace algunos meses, le someterán los servicios médicos del Barcelona a un tratamiento específico, se explica desde el club, que provocará un periodo de baja de entre dos y cuatro meses, dato que aprovechó el club (esos cuatro meses) para argumentar la posibilidad de considerarlo baja de larga duración y, de esta manera, registrar provisionalmente, hasta enero, a Dani Olmo.
“Entendemos que en diciembre no deberá haber ningún problema porque ya se habrán cerrado las suficientes entradas de capital” explicó la fuente consultada, dando por hecho que en los próximos meses el Barça solventará, por fin, el asunto de Barça Vision o, también, concretará la renovación del contrato con Nike.
Quiere esto decir que en el mejor de los casos, y a pesar de que Christensen es considerado baja ‘de larga duración’, si el club obtuviera antes de diciembre esa entrada de capital, el danés podría ser automáticamente dado de alta sin que ello perjudicase la permanencia de Dani Olmo entre los jugadores inscritos.
Chiesa. en la mira
Desde el Barça se mantiene silencio al respecto pero no se desmienten las informaciones publicadas en Italia respecto a la existencia de un acuerdo entre la entidad catalana y la Juventus por el traspaso del internacional italiano, que le costaría al Barça, siempre según estas informaciones, nos 12 millones de euros.
El fichaje de Chielsa, en el radar azulgrana desde hace más de una semana, se desbloquearía si antes del sábado el Barcelona consigue una inyección de capital, ya fuera a través de un traspaso o de un acuerdo comercial.
De esta manera, y atendiendo a que la baja de Christensen deja tras la inscripción de Olmo un pequeño espacio salarial, el club tendría la oportunidad de fichar a Chiesa y, quizá, incorporar a un lateral derecho (dificílmente Cancelo y más posible Pubill) que permitiera, en caso de necesidad, desplazar a Jules Koundé a su inicial puesto de central.