
Alemania consiguió este sábado su primer título mundial Sub-17 al derrotar en penales a Francia (4-3), que remontó para empatar la final a falta de seis minutos (2-2), después de que el equipo teutón se quedara con diez jugadores.
La final en el estadio Manahan en Surakarta repitió la del Europeo jugada hace seis meses en Budapest y como aquella se volvió a resolver por penaltis a favor del equipo que dirige de Christian Wuck, que previamente había dejado fuera de la lucha por el título a España en cuartos y en semifinales a Argentina, también por penales.
Los nuevos campeones fueron de más a menos en un choque en el que su goleador, Paris Brunner, abrió el marcador a los 29 minutos, con un penalti en el que engañó perfectamente al portero galo, Paul Argney.
El VAR avisó al árbitro para que revisara una falta cometida sobre Bilal Yalcinkaya, muy protestada por los jugadores germanos, y señaló la pena máxima en la que el jugador del Borussia Dortmund no perdonó como sí hizo luego en la tanda de penaltis.
La renta de Alemania se amplió tras el descanso cuando Noah Darvich, casi sin ángulo, volvió a batir a Argney (m.51) y la acción pareció despertar a Francia, que dos minutos después mantuvo viva la final con un disparo a la derecha de Saimon Bouabre, validado como gol tras la revisión del VAR.
El acoso del once de Jean-Luc Vannuchi, presente en la final tras derrotar a Mali en semifinales y a Uzbekistán en cuartos provocó la expulsión de Winners Osawe por doble amarilla. Alemania jugó los últimos 20 minutos con un jugador menos, lo que Francia aprovechó para empatar a 6 minutos del final con un remate incontestable de Mathis Amaougou tras un gran servicio de Tidiam Gomis.
Los últimos intentos de Paris Brunner y Max Moersted de sorprender a Argney fueron las últimas acciones del partido, obligado a resolverse en los penaltis, en los que la suerte se alió del lado alemán y dejó a Francia sin poder celebrar un título que ya ganó en 2001.
En la tanda de penales, Francia comenzó bien su ejecución con Joachim Kayi Sanda, mientras que Alemania erró su primer cobro con Eric da Silva Moreira. Sin embargo, Nhoa Sangui y Bastien Meupiyou erraron después para los galos y le devolvieron la vida a los teutones. Al final, el definitivo lo hizo el alemán Almugera Kabar, quien definió de gran manera para el 4-3 final.