
Carlos Alcaraz se embolsó el año pasado un cheque de 2.6 millones de dólares tras coronarse campeón en la final contra el noruego Casper Ruud, pero este año la bolsa de premios es aún más suculenta.
La campeona y el campeón ganarán este año una cantidad récord de tres millones de dólares con el título, parte de una bolsa de premios total de 65 millones.
Fue en 1973 cuando el Abierto de Estados Unidos equilibró los premios para jugadoras y jugadores, con los campeones que recibieron 25 mil dólares cada uno.
Han cambiado los tiempos y, en esta edición, todos los jugadores que accedieron al cuadro principal recibieron un mínimo de 81500 dólares.
A la espera de coronar a sus nuevos campeones, que recibirán unos trofeos realizados por Tiffany, el Abierto de Estados Unidos ya presume un año más de su título particular, el de rey de los negocios.



