
El dominicano Manny Ramírez fue inducido al Salón de la Fama de los Guardianes de Cleveland, en una ceremonia realizada este sábado.
Ramírez, de 51 años, quien debutó en Cleveland, entonces llamados Indios, de 1993 al 2000 y dejó campañas para el recuerdo, logrando en su instancia 3 llamamientos al Juego de Estrellas, 3 Bates de Plata y se convirtió en uno de los mejores bateadores derechos de su generación.
Dejó una línea de .313 de promedio de bateo, 236 jonrones, 804 carreras empujadas, y una temporada para el recuerdo en 1999, donde empujó 165 carreras empujadas, mayor cantidad desde Jimmie Foxx en 1938 (175) y que no ha sido igualado desde entonces.
“En nombre mío y de mi familia, agradezco a Dios primeramente y a los Guardianes de Cleveland, a sus ejecutivos por este gran honor que me hacen hoy. Le doy gracias por reconocer mi bate, mis números fueron hechos en el terreno de juego y no con mi vida privada”, dijo Ramírez al respecto, mientras rememoraba sus inicios, el apoyo de su familia, sus errores y los compañeros que encontró durante su carrera en Grandes Ligas.
Ramírez pasó en 2001 a Medias Rojas de Boston, logrando 2 Series Mundiales y aumentando su leyenda, luego pasó a Dodgers de Los Ángeles, Medias Blancas de Chicago y Rays de Tampa Bay, finalizando con promedio de bateo .312, con 2574 imparables, 555 jonrones y 1831 carreras remolcadas.
Pero su final en la liga fue tormentoso, ya que dio positivo en sustancias prohibidas en 2009 y nuevamente en 2011, manchando su legado para los cronistas, que no lo han dado los votos para el Salón de la Fama de Cooperstown, pese a estar en la papeleta desde 2017, en 2023, su séptimo y más reciente año en la papeleta, llegó a su mejor porcentaje de sufragio, 33.2%, lejos todavía del 75% requerido, y de no lograr dicho porcentaje para, más tardar, 2026, será retirado de la papeleta y pasará su elección a decisión del Comité de Veteranos.