Mikaela Shiffrin ya es única, la mejor de siempre en solitario después de lograr su victoria número 87 en la Copa del Mundo de esquí alpino para superar el histórico récord de Ingemar Stenmark, que ha permanecido vigente 34 años.
La estadounidense logró la hazaña en la estación sueca de Are, el territorio de su ahora lugarteniente, al imponerse en el eslalon con la misma contundencia que lo hizo el viernes en el gigante.
Liberada casi por completo de la presión, asegurando su quinto Globo de Cristal y también las clasificaciones generales del gigante y el eslalon, Shiffrin echó mano de su mejor técnica para imponerse en la manga inicial con 69 centésimas de ventaja sobre la sueca Anna Swenn Larsson y 94 sobre la suiza Wendy Holdener, su principal oponente en el eslalon.
Más que suficiente para aguantar la renta en la segunda, donde aún fue capaz de acabar quinta pese a salir detrás de otras 29 esquiadoras.
A punto de cumplir 28 años, lo hará este lunes, Shiffrin ya solo puede aumentar su leyenda, cubiertos todos los objetivos marcados en el inicio de su carrera. Fue campeona olímpica por primera vez en Sochi 2014 (eslalon), y repitió cuatro años después en PyeongChang (eslalon gigante), donde añadió una plata en la Combinada. A ello suma siete títulos mundiales y un total de 14 medallas, a solo una del récord absoluto de la alemana Christl Cranz.
En la Copa del Mundo sus 87 victorias han llegado después de 245 bajadas, lo que supone un porcentaje superior al 35%, algo inaudito. Para la historia, su récord absoluto logrado en 2019, con 17 triunfos parciales. Aún mayor es su relación de podios, que superan por mucho el 50%.
