
Aston Martin presentó este lunes el AMR23, el nuevo monoplaza de 2023 con el que Fernando Alonso afrontará su nuevo reto en la F1. De aspecto extremo y completamente nuevo respecto al coche del año pasado, destaca por unos laterales innovadores, con una entrada de aire muy estrecha en los pontones y situada muy arriba, con un canal máximo por la parte inferior para crear un flujo de aire por encima del suelo. No tiene nada que ver con los monoplazas vistos el año pasado, ni con los que ya se han visto este año. Se nota la mano de Dan Fallows, que ha diseñado esta máquina con tiempo, tras salir de Red Bull en 2021.
El aspecto es imponente, y el rediseño completo. El morro recto alto y aplastado deja paso a uno redondeado mucho más bajo y estrecho, en consonancia con el de coches como el de Red Bull, por ejemplo.
En la vista frontal se aprecia un coche muy trabajado, con los pontones altos al estilo Ferrari en el inicio y con la caída posterior para aprovechar el ‘efecto Coanda’ sobre el difusor, como queriendo aunar los dos mejores coche del pasado curso. Parece una fuerte apuesta por parte del equipo de Silverstone.
El coche llevará el motor Mercedes, que según se ha filtrado, han pedido hasta 15 permisos a la FIA para retocar elementos con el fin de ganar fiabilidad, que no es otra cosa que intentar optimizar la vueltas útiles con las mejores prestaciones. Ya fue el propulsor más fiable de 2022, aunque pareció estar por detrás de Ferrari y HRC (Red Bull) en cuanto a potencia. Se espera una mejora, por mucho que las actuales unidades estén congeladas hasta 2025. Y para Alonso podría ser el adiós a las averías múltiples que tuvo con Alpine.