El corredor Tony Pollard fue sometido a una cirugía para reparar una fractura en el peroné de su pierna izquierda, por lo que requerirá de 3 a 4 meses para recuperarse, además tuvo un esguince en el tobillo izquierdo.
La situación ocurrió el pasado domingo en la Ronda Divisional, cuando el esquinero de los San Francisco 49ers Jimmie Ward cayera sobre el tobillo de Pollard la intentar una tacleada, al momento de la lesión el corredor llevaba 6 acarreos y 22 yardas, en su ausencia los Dallas Cowboys solo sumaron 21 yardas por tierra y acabaron cayendo ante los 49ers 19-12, siendo eliminados por vigésimo séptima temporada al hilo sin llegar al Juego de Campeonato de la NFC.
La lesión viene en el peor momento para Pollard, de 25 años, pues será agente libre en marzo próximo y esta lesión podría disminuir el interés de los equipos por ofrecerle un contrato a largo plazo, aunado a la fama de la poca duración de los corredores a un buen nivel por las lesiones y golpes que sufren.
Pollard viene de la mejor temporada de su carrera, con 1007 yardas y 9 anotaciones terrestres, además de 351 yardas y 3 anotaciones por aire, logrando su primera convocatoria al Pro Bowl, que se perderá por su lesión.
Los Cowboys han mostrado interés en quedarse con él, y el otro corredor, Ezekiel Elliott, ha dicho que está dispuesto a bajarse el salario para 2023, de 19 millones, para mantener a Pollard, incluso el equipo podría decantarse por Pollard y dar de baja a Elliott, o mantener a ambos, reestructurando el contrato de Elliott y reteniendo a Pollard con un contrato multianual, de no llegar a un acuerdo antes de marzo, el equipo podría etiquetarlo como jugador franquicia, un contrato de 1 año, con un salario alrededor de 13 millones (promedio de los 5 mejores pagadas por año en la posición), totalmente garantizado, aunque en los últimos años muchos jugadores se han negado a jugar bajo esta designación, por el riesgo de lesión que podría costarles alcanzar un gran contrato.
