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Vikings se coronan en su división tras remontada histórica sobre Colts

Cousins lideró regreso con 460 yardas y 4 touchdowns.
Cousins lideró regreso con 460 yardas y 4 touchdowns.

Los Minnesota Vikings lograron la remontada más grande de la historia al vencer 39-36 a los Indianapolis Colts, para coronarse campeones del Norte de la NFC y asegurar su boleto a postemporada.

Sin embargo, el inicio fue de pesadilla para Vikings, pues los Colts, por medio de Chase McLaughin abrieron el marcador con un gol de campo, y en su primera serie ofensiva, su despeje fue bloqueado JoJo Domann y acabó en una anotación, y en su segunda serie, Dalvin Cook perdió el balón que fue recuperado por Zaire Franklin, y 8 jugadas después Matt Ryan lanzó un pase de anotación a Deon Jackson, para poner las acciones 17-0 al final del primer cuarto.
Las cosas empeoraron para Vikings y mejoraron para Colts, ya que en sus próximas dos series no pudieron convertir cuartas oportunidades en su propio territorio, acabando en goles de campo de Colts, que parecían rematar el encuentro cuando Julian Blackmon le interceptó a Cousins y lo devolvió a un touchdown para poner las acciones 30-0, y un nuevo gol de campo de McLaughin hizo a Vikings tocar fondo, yéndose en desventaja 33-0, con unos Colts dominando el marcador casi sin tocar el balón a la ofensiva.
Cousins conectó con K.J. Osborne para romper el 0, pero otro gol de campo puso a Colts 36-7 arriba al final del tercer cuarto, C.J. Ham por tierra y Justin Jefferson recortaron distancias con 2 anotaciones en series consecutivas para poner las acciones 36-21, pero una nueva intercepción a Cousins por parte de Rodney Thomas II con 8 minutos restantes parecía una losa demasiado pesada para los Vikings, y en ese territorio un regreso sería más defecto de los Colts dejando ir la ventaja que de los Vikings por remontar, y así fue, pues su ofensiva de 3 jugadas y forzados a despejar.
Adam Thielen recibió un pase de anotación de Cousins para ponerse a 8, Jackson perdió un balón que fue recuperado por el defensivo Chandon Sullivan, los Vikings no pudieron convertir una cuarta oportunidad, pero la inoperancia de Colts les devolvió el balón a Vikings con poco más de 2 minutos, y en la primera jugada de dicha marcha, Cousins pasó a Cook, quien se repuso de su error y con ganancia de 64 yardas llegó a las diagonales, la conversión de 2 puntos fue exitosa gracias a un pase de Cousins a T.J. Hockenson para empatar las acciones 36-36 e ir a la prórroga.
En tiempo extra Cousins guió su segunda serie ofensiva lo suficientemente cerca como para que Greg Joseph anotara un gol de campo de 40 yardas con 3 segundos restantes, para guiar una racha de 32 puntos sin respuesta, y coronar la remontada más grande de la historia, al regresar de una desventaja que en un momento llegó a ser de 33 puntos.
Con esta victoria los Vikings llegan a marca de 10-3 y se coronan campeones de la División Norte de la NFC, primer título desde 2017, gracias a las 460 yardas aéreas y 4 pases de anotación de Cousins, pese a sufrir 7 capturas y 2 intercepciones, creciéndose ante la adversidad hacia el final, contando con las 10 recepciones y 157 yardas de Osborne y las 12 recepciones y 123 yardas de Jefferson, las 190 yardas en 21 toques de balón de Cook y que los 3 tuvieron una anotación a su cuenta.
Mientras que los Colts tuvieron solo 340 yardas ofensivas, y pese a las 171 yardas terrestres, parecieron desaparecer hacia el final del choque, perdiendo por tercer juego en fila y por sexta vez en sus últimos 7 duelos, ahora con marca de 4-9-1 están prácticamente eliminados de toda posibilidad de postemporada por segundo año al hilo, y parece que a Matt Ryan le golpea la puerta del retiro (y que para la anécdota estuvo presente en la remontada más grande de la historia del Super Bowl, cuando sus Atlanta Falcons dilapidaron una ventaja de 25 puntos ante los New England Patriots en la edición 51.
Ahora en la remontada más grande de temporada regular, ambos del lado perdedor), y el experimento de Jeff Saturday como entrenador (1-3) parece un nuevo fracaso de Chris Ballard (gerente) y Jim Irsay (dueño) y que pierden el rumbo de los Colts, una franquicia disfuncional en años recientes, con un carrusel de quarterback todos los años, y parecen en vías de una profunda reconstrucción.

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