Bayern Múnich, en su último partido del año, se impuso este sábadio 2-0 al Schalke en un compromiso que controló casi completamente durante los 90 minutos y en el que no pasó apuros ni sobresaltos.
Se trataba de un duelo entre el líder y el colista y eso se notó desde el comienzo en el planteamiento de los dos equipos. El Bayern se apoderó de la pelota, la hacía circular buscando espacios e intentaba asentarse en la mitad contraria.
El Schalke presentaba una defensa, con una primera línea que esperaba al Bayern cerca de la línea central -que se replegaba rápidamente al ser superada- y otra muy cerca del área.
Hacia adelante, el Schalke intentó permanentemente contragolpes por la banda izquierda y por esa vía tuvo la primera ocasión del partido, en el minuto 24, con un remate de Marius Bülter al primera poste ante el que Manuel Neuer reaccionó con una buena parada.
Hasta ese momento el Bayern había tenido varios remates aunque sin llevar verdadero peligro lo que empezó a cambiar en los minutos siguientes.
Un cabezazo de Gnabry en el 27 a centro de Coman desde la izquierda, fue desviado por el defensa Tom Krauss a saque de esquina cuando iba a dirección a la portería en el 32 el meta Alexander Schwolow desvió contra el poste un cabezazo de Eric-Maxim Choupo Moting en un saque de esquina.
Finalmente, el gol del Bayern llegó en el minuto 38 como fruto del intento permanente de llegar combinando al área. Gnabry le metió un balón al área a Jamal Musiala, éste se la devolvió de tacón y Gnabry definió con un remate raso de pierna zurda.
