
El quarterback de los Buffalo Bills, Josh Allen, está en duda para el partido del domingo, cuando los Bills reciban a los enrachados Minnesota Vikings (marca de 7-1), por una lesión en el codo derecho, sufrida en la última serie de la derrota del domingo ante los New York Jets.
Allen fue tacleado por el liniero defensivo de Jets Bryce Huff, mientras intentaba lanzar el balón y se le vió salir del campo visiblemente adolorido, tras evaluaciones médicas se le diagnosticó una esguince en el ligamento colateral ulnar del codo derecho y daños en los nervios adyacentes. Allen no entrenó ni martes ni miércoles, y según palabras del entrenador Sean McDermott, la condición de Allen es “día a día”, y que según lo visto en la semana tomarán la decisión sobre si Allen juega o no.
Allen, de 26 años, en 8 juegos lleva 2043 yardas aéreas, 19 pases de touchdown por 8 intercepciones, además de 4 anotaciones terrestres, y esta lesión podría amenazar su candidatura a Jugador Más Valioso, e incluso el camino a postemporada de Bills, pues con 6-2 solo aventajan por medio juego a los Jets y Miami Dolphins en el liderato del Este de la AFC. Cabe destacar que en su temporada de novato, 2018, se perdió 4 partidos por esta misma lesión.
Gregory Rosseau tiene estatus de semana a semana, por una lesión de tobillo alto sufrida también en la derrota ante los Jets, posiblemente se perderá próximos choques, mientras el linebacker Matt Milano (obliquo), el safety Jordan Poyer (codo), el esquinero Tre´Davius White (rodilla), han mostrado mejoría de sus lesiones según McDermott y estaría por verse si ven acción en las prácticas del equipo de cara al próximo encuentro.