
En el reencuentro con su exequipo, el Borussia Dortmund, y en uno de los partidos más grises del Manchester City, acudió al rescate Erling Haaland para culminar una remontada y acentuar el dominio del conjunto de Pep Guardiola en el Grupo G de la Champions League (2-1).
Fue una de las peores tardes del campeón de la Premier. Tanto en el juego como en la gestación de ocasiones. Nada que ver con lo que es habitual en el cuadro de Guardiola, dominador y dueño de los partidos. Tardó ochenta minutos en disparar entre los tres palos el Manchester City. Tuvo cerca la derrota. Pero en cuanto tuvo oportunidad dio un giro al choque y se apuntó un nuevo triunfo.
El Borussia Dortmund, con el bagaje del triunfo contra el Copenhague la pasada semana, supo cómo hacer frente al Manchester City en un duelo plano, especialmente a lo largo de la primera parte. El conjunto de Pep Guardiola, habitualmente generador de numerosas ocasiones, no tuvo el ritmo de otras veces ni la contundencia habitual.